Consideraciones a saber sobre estudio biblico

El bautismo en el Espíritu Santo no es una experiencia del pasado, sino una efectividad presente para todo creyente que anhele más de Alá. Es un llamado a existir en dependencia del Espíritu, a agenciárselas Su llenura diariamente y a ejercitar los dones que Él ha hexaedro para la extensión del Reino.

Es el Espíritu Santo quien nos va santificando, ayudándonos a ser más como Cristo en medio de una sociedad tan alejada de él. La obra del Espíritu Santo nos ayuda a actuar en todo momento de una forma que agrada a Dios. Su poder y su obra en nosotros nos ayuda a ser más como Jesús cada día.

En cambio, simplemente es restaurado a un estado justificado y otra oportunidad tiene derecho de heredar la vida eterna como un hijo obediente de Jehová.

Al darles Altísimo su Espíritu y hacer milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras que demanda la índole o por la Certeza con que han aceptado el mensaje?

En este artículo, vamos a explorar la naturaleza, el origen y la obra del espíritu santo en la Sagrada escritura y en la historia de la iglesia. El espíritu santo es la tercera persona de la Trinidad, que, próximo con el Padre y el Hijo, forma el enigma de un solo Dios en tres personas.

Por eso, es tan importante tener una relación íntima con el Espíritu Santo. Debemos permitirle proceder plenamente en nosotros para que podamos existir vidas que glorifiquen a Todopoderoso y reflejen su simpatía Source y gracia.

El bautismo del Espíritu Santo es la experiencia neotestamentaria con Alá que es básica y ordinario. Es el comienzo del Espíritu. Jehová ha prometido esta experiencia a todos los que creerán en El y ha mandado que todos reciban Su Espíritu.

Ser bautizado con el Espíritu Santo significa que Cristo mete al nuevo creyente en la fusión de Su cuerpo y lo conecta con todos los demás que todavía creen en Cristo. El bautismo con el espíritu unifica a todos los creyentes.

El poder que hemos recibido por el bautismo del Espíritu, que nos ha hecho tan felices, debemos utilizarlo para hacer el aceptablemente, de modo que podamos ser colaboradores de Dios en la tierra.

El primer concilio de Nicea, que buscaba examinar las parecer de Arrio y luego se ocupó del tema de la divinidad de Jesús de Nazaret, se pronunció finalmente contra este y fue la pulvínulo de un extenso desarrollo de la cristología. El concilio no trató sobre la divinidad del Espíritu Santo pero el esquema del credo niceno indica no obstante una cierta igualdad pues el texto afirma: πιστευομεν εις ενα Θεον, πατερα παντοκρατορα [.

En el relato de la creación del mundo, el versículo Gen 1:2 dice que «el espíritu de Alá se movía sobre la Facciones de las aguas». Según los teólogos cristianos, esta frase expresa la idea de una actividad divina actuando sobre el caos posterior a la «separación de los cielos y la tierra» Gen 1:1 y alude al poder creador y formador del Espíritu Santo.

Nuestro estudio de estos cinco casos demuestra dos conceptos importantes que este capítulo ha enfatizado:

El Espíritu Santo nos quita el temor a lo que los demás digan o piensen sobre nosotros. Él nos da poder para aventajar nuestros temores y nos ayuda a resistir el amor y la Palabra de Jehová a todos los que nos rodean.

Por otro ala, los grupos pentecostales y carismáticos creen que el bautismo en el Espíritu Santo puede darse en la conversión o en algún momento posterior, que se caracteriza por el don de lenguas.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *